domingo, 12 de agosto de 2018

ASESINATO EN EL PODER


Veinte de diciembre, día de San Macario, es el año 1671. Los vecinos están recogidos en sus casas, solo el frío y la oscuridad ocupan las calles de Motilla. En una de esas casas, varias personas charlan alrededor de calor que desprende el fuego de una chimenea. Es la cocina, en el resto de la casa hace tanto frío como fuera. En ella vive Francisco Lucas Zapata. Francisco es gente importante en el pueblo, alcalde ordinario, familiar y notario del Santo Oficio. El grupo, la familia y algunos vecinos, charla tranquilamente, mientras uno de ellos atiza las ascuas que se van desprendiendo de los troncos que arden en el fuego.

Atravesando las sombras de la fría noche, un hombre, embozado, camina ligero y silencioso. Es la hora acordada y no quiere, no puede faltar a la cita. De vez en cuando se gira sigilosamente, o se detiene, al doblar una esquina, y escucha los ruidos de la noche. Es su corazón alterado el que le engaña. Sigue su camino, apenas le faltan unos metros. Vuelve a detenerse y enciende un cigarro, necesita calmarse, templar los nervios. Apenas da tres caladas, tapando el ascua con la mano para evitar que el resplandor le ilumine. No son horas de andar parado en la calle fumando.

Ha llegado a la puerta, escucha. Dentro se oyen risas, alguno de los presentes debe haber dicho algo gracioso. Es el momento, aprovecha para entrar. Sí, la puerta se abre, otro obstáculo superado. La casa está inmersa en la oscuridad, bajo una de las puertas laterales se ve una raya de luz, y tras ella más risas. Con un giro brusco abre la manivela, antes ha sacado su arma, una carabina, dispuesta desde hace horas para disparar. Ante la sorpresa el grupo se queda paralizado, sin reaccionar. Suena el fogonazo ensordecedor, anulando el chasquido de huesos rotos. La puerta vuelve a cerrarse, confusión y gritos llenan la estancia. Solo después de superar el susto y el miedo, algunos han salido en persecución del asesino, otros intentan atender a Francisco. El disparo le ha hecho caer y yace tendido en el suelo. De su cabeza está  ensangrentada.

Después de cinco días esperando el duro desenlace, pues el propio médico que le ha atendido no ha sido capaz de ayudarle. A pesar de sus años de experiencia, solo ha podido aliviar su agonía. Pues ni siquiera puede asegurar si son siete u ocho las balas que le hirieron. Es el veinticinco de diciembre, día de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Francisco yace en su lecho. Alrededor del mismo se encuentran su esposa, su padre y sus hijos. Irremediablemente, ha fallecido.


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Este texto novelado está basado en los hechos reales que ocurrieron en Motilla entre el 20 y 25 de diciembre de 1671.

Qué hechos motivaron el asesinato de Francisco, no los conocemos. Si sabemos que  Juliana García, su esposa, presentó una querella ante su majestad y señores del consejo, contra Pedro Lucas Ramírez, que era alcalde en aquellos momentos, y contra su padre y su hermano, y también contra Esteban Portillo. Siendo culpados y condenados a muerte Esteban Portillo y Manuel Moreno.

Así mismo, el padre del asesinado, llamado también Francisco Lucas Zapata, dice que Francisco Lucas Ramírez y Esteban Portillo son sus enemigos, pues pretenden obtener el título en el Oficio, título al que iba acceder su hijo cuando le dieron muerte.

También sabemos que Esteban Portillo, de la  familia de los Portillos, tuvo muchos gastos en la causa criminal. Así mismo, con fecha 17 de febrero de 1682, Juliana García Valverde, la viuda de Francisco, hace escritura de Perdón y arrepentimiento, pues dice que está informada de que Esteban Portillo no fue uno de los principales agresores, y además ha estado sirviendo a su majestad más de cinco años en Flandes.

Hay que decir que el apellido Lucas tuvo bastante relevancia durante el siglo XVII en nuestro pueblo, así encontramos documentos donde aparece personajes apellidados Lucas,  y como podemos ver, a veces enfrentados.


Uno de estos documentos es de 1599,  donde Fracisco lucas, aparece como regidor de la villa, defiende a la clase pudiente contra las denuncias que hacen varios vecinos acusándoles de desmanes de poder y desfalco del pósito en su propio beneficio. Algo que no ocurría solo en Motilla, pues parece ser que era habitual en el resto de las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente.



En 1639 encontramos una carta de poder de Antón Rubio para su yerno Francisco Lucas Zapata, probablemente el padre del asesinado. La carta está firmada en Campillo el 13 de abril ante el escribano Antonio Panadero.




También encontramos con fecha 8 de mayo de 1639 documento del Rey Felipe IV concediendo título de escribano del servicio de millones a Francisco Lucas Zapata. Título concedido  por los servicios que nos habéis dicho y esperamos adelante nos haréis y porque a las guerras de Flandes y Alemania nos servís con trescientos cincuenta ducados

En otro documento vemos que el Rey extiende escritura de obligación, donde lo nombra escribano, por la ayuda de doscientos ducados que Francisco hace para las guerras que el rey mantiene.


Don Felipe IV rey por hacer bien y  xxxx a Vos Francisco Lucas  Zapata mi secretario del número y de millones de la villa de la Motilla del Palancar y porque para las ocasiones que tengo de Guerras habéis ofrecido servirme con doscientos ducados pagados en dos años y tres pagas de que por una parte se ha  otorgado escritura de obligación en forma ante Francisco de Yanguas mi secretario mi voluntad es que ahora y de aquí en adelante seáis mi secretario de todas las comisiones que se despacharen para la dicha villa por el mi Consejo y por cualquiera de los otros mis Consejos Audiencias Tribunales y Justicias de los mis reinos y señoríos y ante Vos y no ante otro secretario alguno pasen y se hagan privativamente todos y cuales quera autos civiles y criminales requisitorias cumplimientos de cartas ejecutorias provisiones reales y otras de cualquier género que sean que por comisión se hubieren de hacer y hicieren en la dicha villa y su jurisdicción...


En este documento no solo da poder para llevar todos los casos que surjan en Motilla, sino que además le otorga todos aquellos que estén ya abiertos y los que se abran en adelante referentes a nuestro pueblo.


Y Jurisdicción en que no han de entrar ni comprehenderse los negocios que se cometieren  a los receptores de los otros mis consejos porque estos han de usar de sus títulos y de lo que por ellos les perteneciere sin contradicción ni gravamen ninguno y en su conformidad mando a los otros mis jueces de  comisión y al mi consejero de la villa de San Clemente y a su lugar xxxx en el otro oficio y alcaldes ordinarios de la dicha villa de Motilla del Palancar y a los demás jueces y justicas de ellas que siempre que se ofrezca hacer autos en virtud de cuales quiera comisiones los haga y fulminen ante Vos y no ante otro escribano alguno a los cuales los prohíbo el poderlo hacer con las penas en que caen e incurren los que usan de oficios para que no tienen poder ni facultad mía y les mando que si ante ellos estuvieren pendientes cuales quiera autos que rueguen a la otras comisiones os los den y entreguen para que ante Vos se prosigan fenezcan y acabe…

Fuente documental:

- Protocolo Notarial de Motilla del Palancar 1538 - 1891. Juliana Toledo Algarra.   Eurográficas S.L.L. 2014.

- Documentos copiados para el Archivo Municipal de Motilla por Eufrasio Monedero, originales en el Archivo    General de Simancas.

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