domingo, 27 de octubre de 2019

SIMÓN DE OJEDA, JESUITA

Antiguo sello de la Compañía de Jesús

Simón de Ojeda nació en Motilla del Palancar el 28 de octubre de 1589. No sabemos cuándo entró en la Compañía de Jesús. Sí, que ingresó en la provincia de Castilla en 1609. En 1610 llega a Buenos Aires junto a un grupo de jesuitas. Entre 1643 y 1649 fue provincial de Chile. También fue procurador en Europa por la provincia de Paraguay desde 1651 a 1658, y provincial de la misma provincia de 1658 a 1663.

Falleció en Córdoba (Argentina), el 22 de septiembre de 1673.


"Pedro de Salinas religioso de la Compañía de Jesús Procurador de las Provicias de las Indias hago presentación ante Vuestra Señoría desta cédula de su Magestad despachada por el Real Consejo de las Indias en la qual se le de licencia y permiso al Padre Simón de Ojeda Procurador de las Provincias del Paraguai, Tucuman y Río de la Plata para que el dicho Padre con treinta y quatro religios que su Magestad le manda llevar a dichas Provincias puedan hacer su viaje en derechura por el puerto de Buenos Aires en el nabio …"
Ministerio de Cultura y Deporte, portal de archivos españoles



Simón viajó al Nuevo Reino en 1610 junto al Padre Diego Boroa, como este último nos dice en su biografía, esperó en Belmonte ocho días a que se les uniera nuestro paisano. De allí se dirigen a Madrid como escribe el Padre Boroa: “Salimos de Madrid en un coche el Padre Martin Xavier de la Provincia de Castilla y los Padres Xristoval de la Torre y Juan de Alviz y los Hermanos Pedro Rodriguez y Simon de Oxeda y yo”. Pasarán por Trujillo, dirigiéndose a Portugal donde embarcarán hacia Indias.


Es muy nombrado el obituario que Simón escribió al que fuera su  compañero titulado: “Compendio de la vida, y actuación del venerable Padre Diego de Boroa, Provincial del Paraguay”.


Ministerio de Cultura y Deporte, portal de archivos españoles


"Mis Presidentes y Jueces oficiales de la casa de la contratación de la ciudad de Sevilla por parte de Simón de Ojeda de la Compañía de Jesús, procurador de la provincia de Paraguay se me ha hecho relación que si hubiese de volver a ella con los religiosos que le he concedido para consensuar y proseguir la combersión  de los Indios de aquella provincia haciendo su viage por las del Perú, tardaría dos años en llegar por haber tres embarcaciones y ser preciso caminar por tierras muy asperas y despobladas, más de quinentas leguas de mar…"








En las cartas anuas que el Padre Simón de Ojeda escribe sobre la provincia de Paraguay en el periodo que va desde 1658 al 1660, habla del número de integrantes de la Compañía en la mencionada provincia esos momentos. Nombra también los que pertenecen a otros centros como el colegio de Córdoba, donde también hay una Academia o Universidad, el de Asunción, el de Santiago de Estero, el de Buenos Aires, el de Santa Fe, el de San Miguel de Tucumán… habla de la tarea de evangelización que llevan a cabo los integrantes de dichos centros. Comenta que en la Universidad de Córdoba, aunque no es muy numerosa en alumnos, sí es importante su trabajo, pues incluso los propios españoles son ignorantes en asuntos de religión.

Mapa de Uruguay, Argentina, Brasil... 1664. Pierre du Val - TODOCOLECCIÓN

Explica que en los colegios de Asunción y Santiago de Estero, se instruye a los niños españoles en las primeras letras y la gramática, y a todos los niños en general en la fe cristiana, la urbanidad y buen com-portamiento.

Se queja Simón de que las misiones circulares por las aldeas no se han ido realizando de forma continuada, pues han muerto algunos de los misioneros que las realizaban, y la llegada de nuevos misioneros desde España son raras y escasas. Pero aclara que no por ello se descuidan las peticiones que los creyentes de dichas zonas hacen a la Compañía, pues piensan incluso que su obligación es la de atenderlos.



De izquierda a derecha: alumno del alumnado jesuita, jesuita portugués con el cuadrado y el roquete, jesuita español con su cuadrado y sobrepelliz de coro, alumno del alumnado obispal, alumno del alumnado jesuita con la insignia de doctor sobre la beca y en su cuadrado, en: PAUCKE, Hacia allá y para acá.



Son curiosos los casos que expone en las mencionadas cartas. Descuidos de fe, por parte de algunos habitantes de la zona, que después de ser atendidos por los misioneros de la Compañía, vuelven a la fe cristiana. En algunos casos, incluso con situaciones que podríamos tachar de milagros.

No fueron fáciles los años que nuestro paisano estuvo como provincial, pues en numerosas ocasiones sufrieron ataques de los pueblos indígenas, como explica el Padre Torreblanca en un escrito dirigido a Simón como provincial de la zona.

“La iglesia sin campanas, retablos, láminas, imájenes, cristos de bronce, cruces, cajas, que había dejado llenas de ornamentos, cálices, aderesos de seda  y plata muy buenos, y finalmente toda quemada hasta las vigas, dos puertas, umbrales, y aún parte de las tapias caídas, y no pudiendo yo entrar por las puertas y oficinas, que estaban anegadas con las aguas de un grande arroyo, que habían metido por la huerta, y salía por la portería

También recibió ataques la Compañía, como explica Simón en las cartas anuas, por parte de otras congregaciones, e incluso del Obispo de Paraguay, teniendo que intervenir el oidor de la Real Audiencia de La Plata, Juan Blázquez Valverde, gobernador del Paraguay.

Hay constancia de que en 1657, a su vuelta desde Europa, regresa con varios cajones de libros para proveer los colegios de la Congregación. Doce de estos cajones eran para la Universidad de Córdoba (Argentina).


Documentación y bibliografía consultada:

Anua: carta, documento o certificado que registra los acontecimientos exitosos transcurridos en un año.

Provincial: Religioso que dirige y gobierna las casas y conventos de una orden o de una congregación que pertenecen a la misma provincia religiosa (diccionario Google).

Silvana M. Lovay. La autobiografía del P. Diego de Boroa… 
Vol. 4 nº 1 IHS. Antiguos jesuitas en Iberoamérica.

Carlos A. Page, Documentos para la Historia de la Compañía de Jesús en Córdoba. Tomo 1 El Colegio Máximo de Córdoba (Argentina) según las Cartas Anuas de la Compañía de Jesús 1609-1767.

Carlos A. Page, La evangelización jesuítica en el Valle Calchaquí. Hacia la idealización de un nuevo hábitat jesuítico-calchaquí.

Silvano G. A. Benito Moya, Bibliotecas y libros en la cultura universitaria de Córdoba durante los siglos XVII y XVIII.

Martín Ramiro Simonassi,  Abriendo fronteras en el sur cordobés: el cacique Ignacio Muturo y el padre Francisco Lucas Caballero La presencia jesuítica en el Río Cuarto y la primera reducción de pampas a fines del siglo XVII.

domingo, 13 de octubre de 2019

JUAN DIEGO ORTEGA, TRINITARIO

Signum Ordinis Sanctae Trinitatis et Captivorum

Juan Diego nació en Motilla el 26 de junio de 1730. Era hijo de Juan de Ortega, uno de los regidores perpetuos de Motilla, y de Isabel Gregoria Martínez Moreno, ambos también naturales de nuestro pueblo.

Suponemos que su infancia transcurriría como la de cualquier otro niño de aquella época, pero Juan Diego estaba destinado a tomar los hábitos como trinitario calzado, lo que hizo el 10 de septiembre de 1747 en el convento de Toledo de manos del Padre Andrés José Berlanga.

Realizó estudios de Filosofía y Teología en diferentes colegios: Valencia, Toledo, Salamanca. Viajó al colegio de la Orden en Roma en dos ocasiones, la primera en 1753, permaneciendo allí tres años como colegial Pasante, donde defendió en tres ocasiones Conclusiones públicas de Teología escolástica, dogmática y expositiva. La segunda, desde 1757 hasta 1763, con nombramiento de Lector.

En 1776  fue nombrado Ministro del convento de Toledo y en 1779 trasladado a Madrid como conventual.  Fue en Madrid, donde le nombraron Administrador general de los bienes de los Hospitales Trinitarios de Argel, Túnez y Roma desde 1783 a 1788.

Muere en Madrid en septiembre el año 1788.

Se dedicó también a traducir del francés la biografía de dos de los fundadores de la Orden de la Santísima Trinidad, ambas publicadas en 1776:

Vida de 5. Félix de Valois, Patriarca y Fundador del mismo Orden de la Santísima. Trinidad, Redención de Cautivos.

Vida de S. Juan de Mata, Patriarca y Fundador del Orden de la Santísima. Trinidad, Redención de Cautivos.




                                
               


Documentos consultados:

Diccionario de escritores Trinitarios de España y PortugalAntonino de la Asunción.
Efemérides conquensesMaría Luisa Vallejo y Guijarro.
Los hospitales trinitarios de Argel y TúnezBonifacio Forres Alonso.

http://trinitarios.es/content/nuestra-historia

miércoles, 16 de enero de 2019

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


El día 17 de enero el General Francisco Ortiz de Taranco, hace alto en una posada de Motilla, desde donde escribe una carta a la Junta Central para informar de la situación de sus tropas después de perder Uclés y ante el acoso continuo de las tropas francesas.   


"Recibí la carta de V.S. de cuya fecha no me acuerdo porque hemos andado estos días corriendo de una parte a otra y  xxxx de que el viernes 13 perdimos en Uclés la primera acción, entre la mayor parte de la vanguardia al mando del General Benegas”


Explica el General que perdieron casi toda la infantería, la mayoría hechos prisioneros por los franceses, que eran muy superiores en número. Se queja de que tienen poca gente tanto en la vanguardia como retaguardia porque muchos enfermos debido a los hielos, nieves y agua que han sufrido.

El día 14, sabado, se retiran a Cuenca, saliendo al día siguiente hacia las Valeras. Cuenta que el día fue de mucha agua y fría. Que el lodazal les hacía imposible el avance con la artillería. Habla de la compasión que les daban  los pobres soldados , de los cuales, más de la mitad quedaron en los pinares.

“también lo es que aunque la artillería y carros de municiones la custodiaban las mejores tropas, fue tal la furia con que se echaron los franceses, que la hemos perdido con bastantes equipajes, entre ellos el mío, por lo que he quedado sin ropa alguna”


Van siendo perseguidos  con saña por los franceses, por lo que se van retirando hacia valencia. Sospechan que el enemigo también se dirige allí, y que les tienen asustados. Nos cuenta que hoy mismo,  han estado a punto de salir huyendo, por un falso aviso sobre una columna francesa, pero resultaron ser soldados propios.

"salí a cerciorarme de ello, y  hallé que eran dos nuestras, por lo que me sosegué como también los otros, pero no omití el echar a correr, como los otros”

Pide que las órdenes que le remitan, a partir de ahora, las  envíen a Valencia.


"Disimule vuestra señoría el todo de esta carta, por el ademan de lo que me ha ocurrido, la escribo en una posada, y deseando concluirla, para echar a correr, como sucede a todos.

Dios guarde a vuestra señoría muchos años. Motilla del Palancar 17 de enero de 1809
Francisco Ortiz de Taranco"



Información obtenida en el Portal de Archivos Españoles