viernes, 27 de agosto de 2021

JULIÁN (SILVINO) MARTÍNEZ NAVARRO, EN LA GUERRA DE MELILLA


Silvino nació el 17 de febrero de 1886, en Motilla del Palancar. Sus padres, Eladia y José María, eran una familia humilde que tuvo nueve hijos. Eran tiempos difíciles y a los catorce años, Silvino se queda huérfano de padre y con la madre enferma. Así nos lo cuenta nuestro paisano Andrés López en su diario; “El día 22 de septiembre de 1900, murió José María “Cobetero”, dejándose 8 de familia y la mujer enferma”. Como vemos, en ese momento, ya había fallecido uno de los hermanos, Pero no fue la última desgracia en la familia, años después moriría Bonifacio Miguel, otro de los hermanos, por un disparo accidental de pistola.


A Silvino, como a los jóvenes de aquella época, le llegó la hora de incorporarse a filas al llegar a la mayoría de edad, que en aquel momento era a los 21 años. Cuál no sería su sorpresa al ir a entrar en caja, y descubrir que el nombre con el que figuraba no era el que él llevaba utilizando veintiún años, en la partida de nacimiento del juzgado de Motilla, y por tanto en su cartilla militar aparece como Julián Martínez Navarro.

Así pues, Julián o mejor Silvino para todos nosotros, pues es como se le conocía en la familia y en el pueblo, es alistado en el reemplazo de 1907 con la clasificación de “soldado quinto”. Su ingreso en la Caja de Reclutas de Cuenca se realiza el 1 de agosto. Seguramente, aquel muchacho que apenas habría salido de su pueblo, no sospechaba que el destino le deparaba participar en una guerra que se libraría dos años más tarde y en el continente africano.

Llamado a filas, se presenta en la Caja de Reclutas de Cuenca, el 22 de febrero de 1908, donde se le leen las leyes penales y lo tallan, siendo su estatura 1,654 mts. El día 25 se le da de baja en la Caja de Reclutas de Cuenca, pues ha sido asignado al Regimiento de Cazadores de Lusitania 12 de caballería, donde se le hace un reconocimiento, se le vacuna y se le revacuna.

El 25 de marzo presta juramento de fidelidad a de Banderas, así mismo en el extracto de revista del mismo mes, se le reclama el importe de setenta y cuatro pesetas por su primera puesta de vestuario.

Fue ascendido a Soldado de Primera, con fecha 1 de septiembre. El 14 de septiembre se traslada con su Regimiento a la guarnición de Madrid, donde terminaría el año.

El 11 de enero es trasladado al destacamento del campamento de Carabanchel donde permanecerá hasta el mes de julio. En la revista de marzo de 1909, con antigüedad desde el 1, se le nombra Cabo por elección.


El 11 de julio, según Orden telegráfica del Excelentísimo Señor Capitán General de la 1ª Región, ha de marchar con su Escuadrón a las operaciones de guerra en Melilla. El traslado se realiza por ferrocarril hasta Málaga, donde embarcará en el vapor San Gerónimo, llegando a Melilla el día 23 de Julio.



Me imagino a aquellos soldados para los que la mili suponía una aventura, una forma de conocer lugares más allá de su pueblo, o su comarca, ahora embarcados hacía una guerra. Supongo a unos, los más osados, valientes, deseosos de llegar, de entrar en combate, pero también pienso en los otros, en la gran mayoría, preocupados por lo que les deparará el futuro, ese futuro incierto de una guerra. En sus familias, a las que seguramente les llegaría la noticia después de que ellos estuvieran en el frente.

Los tres días siguientes a su llegada, presta servicio de conducción de convoyes a la Segunda Caseta y Mar Chica, en las proximidades de Melilla.

Es, según la documentación existente, el 27 de julio cuando Silvino entra en combate, por primera vez, en las lomas de Ait-Aisa y el famoso Barranco del Lobo, en las estribaciones del Gurugú. Batalla que supuso una triste derrota para nuestras tropas.

Seguramente nuestras abuelas cantaron más de una vez la siguiente copla:


En el Barranco del Lobo 
hay una fuente que mana
sangre de los españoles
que murieron por España.


¡Pobrecitas madres,
cuánto llorarán,
al ver que sus hijos
a la guerra van!
                                               



Ni me lavo ni me peino
ni me pongo la mantilla,
hasta que venga mi novio
de la guerra de Melilla.


Melilla ya no es Melilla,
Melilla es un matadero
donde van los españoles
a morir como corderos.



Dedicado a la conducción de convoyes, el día 20 de septiembre, vuelve a participar en la toma de Jabet y Taurit. El día 26 en la de la ciudad de Nador, el 27 la toma de la Alcazaba de Zeluán y el 29 asistió al combate sobre el Zoco de Jemis.


En octubre, el 17, participa en operaciones de fuego sostenido en las inmediaciones de Nador, el 18 al fuego en las cercanías de Monte Taurina y posteriormente al que se sostenía en las cercanías de la Aguada de la Alcazaba (se supone que de Nador).

No hay constancia de que tuviera que participar en ninguna de las posteriores operaciones que finalizaron el 27 de noviembre.

El 17 de enero de 1910 embarca para la Península a bordo del vapor Puerto Rico llegando al Campamento de Carabanchel el 20 de enero, incorporándose al Regimiento y escuadrón de que formaba parte.

Aunque los datos varían según las fuentes, se llegaron a movilizar a más 40.000 soldados. Las cifras referidas a las bajas producidas y los fallecimientos también varían bastante, por lo que he preferido no ponerlas.

El 2 de febrero por orden del Excelentísimo Capitán General de la 1ª Región es enviado con el Regimiento al Real Sitio de Aranjuez. Allí estuvo de servicio ordinario hasta el 21 de mayo que pasó a situación de licencia ilimitada, fijando su residencia en Motilla. Pasó a 1ª Reserva el 25 de febrero de 1911. En febrero de 1914 causó baja en el Cuerpo pasando a 2ª Reserva y destino al primer Depósito. El 1 de agosto de 1919, al haber cumplido sus 12 años de servicio, le es concedida la licencia absoluta.







MEDALLAS CONCEDIDAS

Real Orden de 30 de diciembre de 1909, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 1 de 1910 le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo por el que contrajo en los combates sostenidos contra el enemigo el 27 de Julio último en la loma de Ait-Aixa y Barranco del Lobo estribaciones del Gurugú”

 

Real Orden de 1 de febrero de 1910, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 26, le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo por el contraído en el combate sostenido en las Lomas de Jabel-Taurit, el 20 de septiembre del año anterior”.

 

Real Orden de 9 de febrero de 1910, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 31, le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo por el contraído en el combate sostenido contra el enemigo el 22 de septiembre último en “Hidum””.


 

Real Orden de 17 de febrero de 1910, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 38, le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo el contraído en las operaciones que dieron por resultado la toma de la Alcazaba de Zeluán el 27 de septiembre anterior”

 

Real Orden de 27 de mayo de 1910, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 114, le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo por los servicios prestados en la conducción de convoyes desde Melilla a las posiciones avanzadas desde el comienzo de las operaciones hasta el 15 de agosto de 1909.

 

Real Orden de 29 de junio, Diario Oficial del Ministerio de Guerra, nº 135, le fue concedida “Cruz de Plata del mérito militar con distintivo rojo por el que contrajo en el combate sostenido contra el enemigo en Ulad Setud el día 18 de octubre de 1909.

 

Eduardo Silvino


DOCUMENTACIÓN CONSULTADA

La Campaña de Melilla o Guerra del Rif (1909-1910). ENTEMU – 2013 – Volumen XVII Aportaciones a cinco siglos de la Historia Militar de España Evaristo Martínez-Radío Garrido (Editor) UNED Centro Asociado de Asturias, Gijón, 2013


Historia Militar de España, Campañas. Segunda campaña de Melilla (1909). 

http://www.altorres.synology.me/guerras/1909_melilla/1909_melilla.htm

 

El Álbum de la Guerra de Melilla.

https://jeandegoudin.wordpress.com/el-album-de-la-guerra-de-melilla/

 

Wikipedia, páginas consultadas:

Guerra de Melilla. https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Melilla

Desastre del Barranco del Lobo https://es.wikipedia.org/wiki/Desastre_del_Barranco_del_Lobo


domingo, 27 de octubre de 2019

SIMÓN DE OJEDA, JESUITA

Antiguo sello de la Compañía de Jesús

Simón de Ojeda nació en Motilla del Palancar el 28 de octubre de 1589. No sabemos cuándo entró en la Compañía de Jesús. Sí, que ingresó en la provincia de Castilla en 1609. En 1610 llega a Buenos Aires junto a un grupo de jesuitas. Entre 1643 y 1649 fue provincial de Chile. También fue procurador en Europa por la provincia de Paraguay desde 1651 a 1658, y provincial de la misma provincia de 1658 a 1663.

Falleció en Córdoba (Argentina), el 22 de septiembre de 1673.


"Pedro de Salinas religioso de la Compañía de Jesús Procurador de las Provicias de las Indias hago presentación ante Vuestra Señoría desta cédula de su Magestad despachada por el Real Consejo de las Indias en la qual se le de licencia y permiso al Padre Simón de Ojeda Procurador de las Provincias del Paraguai, Tucuman y Río de la Plata para que el dicho Padre con treinta y quatro religios que su Magestad le manda llevar a dichas Provincias puedan hacer su viaje en derechura por el puerto de Buenos Aires en el nabio …"
Ministerio de Cultura y Deporte, portal de archivos españoles



Simón viajó al Nuevo Reino en 1610 junto al Padre Diego Boroa, como este último nos dice en su biografía, esperó en Belmonte ocho días a que se les uniera nuestro paisano. De allí se dirigen a Madrid como escribe el Padre Boroa: “Salimos de Madrid en un coche el Padre Martin Xavier de la Provincia de Castilla y los Padres Xristoval de la Torre y Juan de Alviz y los Hermanos Pedro Rodriguez y Simon de Oxeda y yo”. Pasarán por Trujillo, dirigiéndose a Portugal donde embarcarán hacia Indias.


Es muy nombrado el obituario que Simón escribió al que fuera su  compañero titulado: “Compendio de la vida, y actuación del venerable Padre Diego de Boroa, Provincial del Paraguay”.


Ministerio de Cultura y Deporte, portal de archivos españoles


"Mis Presidentes y Jueces oficiales de la casa de la contratación de la ciudad de Sevilla por parte de Simón de Ojeda de la Compañía de Jesús, procurador de la provincia de Paraguay se me ha hecho relación que si hubiese de volver a ella con los religiosos que le he concedido para consensuar y proseguir la combersión  de los Indios de aquella provincia haciendo su viage por las del Perú, tardaría dos años en llegar por haber tres embarcaciones y ser preciso caminar por tierras muy asperas y despobladas, más de quinentas leguas de mar…"








En las cartas anuas que el Padre Simón de Ojeda escribe sobre la provincia de Paraguay en el periodo que va desde 1658 al 1660, habla del número de integrantes de la Compañía en la mencionada provincia esos momentos. Nombra también los que pertenecen a otros centros como el colegio de Córdoba, donde también hay una Academia o Universidad, el de Asunción, el de Santiago de Estero, el de Buenos Aires, el de Santa Fe, el de San Miguel de Tucumán… habla de la tarea de evangelización que llevan a cabo los integrantes de dichos centros. Comenta que en la Universidad de Córdoba, aunque no es muy numerosa en alumnos, sí es importante su trabajo, pues incluso los propios españoles son ignorantes en asuntos de religión.

Mapa de Uruguay, Argentina, Brasil... 1664. Pierre du Val - TODOCOLECCIÓN

Explica que en los colegios de Asunción y Santiago de Estero, se instruye a los niños españoles en las primeras letras y la gramática, y a todos los niños en general en la fe cristiana, la urbanidad y buen com-portamiento.

Se queja Simón de que las misiones circulares por las aldeas no se han ido realizando de forma continuada, pues han muerto algunos de los misioneros que las realizaban, y la llegada de nuevos misioneros desde España son raras y escasas. Pero aclara que no por ello se descuidan las peticiones que los creyentes de dichas zonas hacen a la Compañía, pues piensan incluso que su obligación es la de atenderlos.



De izquierda a derecha: alumno del alumnado jesuita, jesuita portugués con el cuadrado y el roquete, jesuita español con su cuadrado y sobrepelliz de coro, alumno del alumnado obispal, alumno del alumnado jesuita con la insignia de doctor sobre la beca y en su cuadrado, en: PAUCKE, Hacia allá y para acá.



Son curiosos los casos que expone en las mencionadas cartas. Descuidos de fe, por parte de algunos habitantes de la zona, que después de ser atendidos por los misioneros de la Compañía, vuelven a la fe cristiana. En algunos casos, incluso con situaciones que podríamos tachar de milagros.

No fueron fáciles los años que nuestro paisano estuvo como provincial, pues en numerosas ocasiones sufrieron ataques de los pueblos indígenas, como explica el Padre Torreblanca en un escrito dirigido a Simón como provincial de la zona.

“La iglesia sin campanas, retablos, láminas, imájenes, cristos de bronce, cruces, cajas, que había dejado llenas de ornamentos, cálices, aderesos de seda  y plata muy buenos, y finalmente toda quemada hasta las vigas, dos puertas, umbrales, y aún parte de las tapias caídas, y no pudiendo yo entrar por las puertas y oficinas, que estaban anegadas con las aguas de un grande arroyo, que habían metido por la huerta, y salía por la portería

También recibió ataques la Compañía, como explica Simón en las cartas anuas, por parte de otras congregaciones, e incluso del Obispo de Paraguay, teniendo que intervenir el oidor de la Real Audiencia de La Plata, Juan Blázquez Valverde, gobernador del Paraguay.

Hay constancia de que en 1657, a su vuelta desde Europa, regresa con varios cajones de libros para proveer los colegios de la Congregación. Doce de estos cajones eran para la Universidad de Córdoba (Argentina).


Documentación y bibliografía consultada:

Anua: carta, documento o certificado que registra los acontecimientos exitosos transcurridos en un año.

Provincial: Religioso que dirige y gobierna las casas y conventos de una orden o de una congregación que pertenecen a la misma provincia religiosa (diccionario Google).

Silvana M. Lovay. La autobiografía del P. Diego de Boroa… 
Vol. 4 nº 1 IHS. Antiguos jesuitas en Iberoamérica.

Carlos A. Page, Documentos para la Historia de la Compañía de Jesús en Córdoba. Tomo 1 El Colegio Máximo de Córdoba (Argentina) según las Cartas Anuas de la Compañía de Jesús 1609-1767.

Carlos A. Page, La evangelización jesuítica en el Valle Calchaquí. Hacia la idealización de un nuevo hábitat jesuítico-calchaquí.

Silvano G. A. Benito Moya, Bibliotecas y libros en la cultura universitaria de Córdoba durante los siglos XVII y XVIII.

Martín Ramiro Simonassi,  Abriendo fronteras en el sur cordobés: el cacique Ignacio Muturo y el padre Francisco Lucas Caballero La presencia jesuítica en el Río Cuarto y la primera reducción de pampas a fines del siglo XVII.

domingo, 13 de octubre de 2019

JUAN DIEGO ORTEGA, TRINITARIO

Signum Ordinis Sanctae Trinitatis et Captivorum

Juan Diego nació en Motilla el 26 de junio de 1730. Era hijo de Juan de Ortega, uno de los regidores perpetuos de Motilla, y de Isabel Gregoria Martínez Moreno, ambos también naturales de nuestro pueblo.

Suponemos que su infancia transcurriría como la de cualquier otro niño de aquella época, pero Juan Diego estaba destinado a tomar los hábitos como trinitario calzado, lo que hizo el 10 de septiembre de 1747 en el convento de Toledo de manos del Padre Andrés José Berlanga.

Realizó estudios de Filosofía y Teología en diferentes colegios: Valencia, Toledo, Salamanca. Viajó al colegio de la Orden en Roma en dos ocasiones, la primera en 1753, permaneciendo allí tres años como colegial Pasante, donde defendió en tres ocasiones Conclusiones públicas de Teología escolástica, dogmática y expositiva. La segunda, desde 1757 hasta 1763, con nombramiento de Lector.

En 1776  fue nombrado Ministro del convento de Toledo y en 1779 trasladado a Madrid como conventual.  Fue en Madrid, donde le nombraron Administrador general de los bienes de los Hospitales Trinitarios de Argel, Túnez y Roma desde 1783 a 1788.

Muere en Madrid en septiembre el año 1788.

Se dedicó también a traducir del francés la biografía de dos de los fundadores de la Orden de la Santísima Trinidad, ambas publicadas en 1776:

Vida de 5. Félix de Valois, Patriarca y Fundador del mismo Orden de la Santísima. Trinidad, Redención de Cautivos.

Vida de S. Juan de Mata, Patriarca y Fundador del Orden de la Santísima. Trinidad, Redención de Cautivos.




                                
               


Documentos consultados:

Diccionario de escritores Trinitarios de España y PortugalAntonino de la Asunción.
Efemérides conquensesMaría Luisa Vallejo y Guijarro.
Los hospitales trinitarios de Argel y TúnezBonifacio Forres Alonso.

http://trinitarios.es/content/nuestra-historia

miércoles, 16 de enero de 2019

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


El día 17 de enero el General Francisco Ortiz de Taranco, hace alto en una posada de Motilla, desde donde escribe una carta a la Junta Central para informar de la situación de sus tropas después de perder Uclés y ante el acoso continuo de las tropas francesas.   


"Recibí la carta de V.S. de cuya fecha no me acuerdo porque hemos andado estos días corriendo de una parte a otra y  xxxx de que el viernes 13 perdimos en Uclés la primera acción, entre la mayor parte de la vanguardia al mando del General Benegas”


Explica el General que perdieron casi toda la infantería, la mayoría hechos prisioneros por los franceses, que eran muy superiores en número. Se queja de que tienen poca gente tanto en la vanguardia como retaguardia porque muchos enfermos debido a los hielos, nieves y agua que han sufrido.

El día 14, sabado, se retiran a Cuenca, saliendo al día siguiente hacia las Valeras. Cuenta que el día fue de mucha agua y fría. Que el lodazal les hacía imposible el avance con la artillería. Habla de la compasión que les daban  los pobres soldados , de los cuales, más de la mitad quedaron en los pinares.

“también lo es que aunque la artillería y carros de municiones la custodiaban las mejores tropas, fue tal la furia con que se echaron los franceses, que la hemos perdido con bastantes equipajes, entre ellos el mío, por lo que he quedado sin ropa alguna”


Van siendo perseguidos  con saña por los franceses, por lo que se van retirando hacia valencia. Sospechan que el enemigo también se dirige allí, y que les tienen asustados. Nos cuenta que hoy mismo,  han estado a punto de salir huyendo, por un falso aviso sobre una columna francesa, pero resultaron ser soldados propios.

"salí a cerciorarme de ello, y  hallé que eran dos nuestras, por lo que me sosegué como también los otros, pero no omití el echar a correr, como los otros”

Pide que las órdenes que le remitan, a partir de ahora, las  envíen a Valencia.


"Disimule vuestra señoría el todo de esta carta, por el ademan de lo que me ha ocurrido, la escribo en una posada, y deseando concluirla, para echar a correr, como sucede a todos.

Dios guarde a vuestra señoría muchos años. Motilla del Palancar 17 de enero de 1809
Francisco Ortiz de Taranco"



Información obtenida en el Portal de Archivos Españoles


sábado, 10 de noviembre de 2018

TEJIDO MOTILLA


Seguramente habíais oído hablar del “Azafrán Motilla”, categoría con que se nombraba al azafrán de alta calidad y por tanto de mayor precio, pues así era el que se producía en nuestro pueblo.
Pero también existía un tipo de tejido con denominación “Motilla. Sí, curioso ¿verdad?  El hallazgo surgió al encontrar en un texto donde hablaba de un “jubón motilla”. Mi curiosidad ya había sido despertada, y me puse a indagar. Estas son algunas de las definiciones de la prenda en cuestión.
Jubón

1.
Prenda de vestir ajustada que cubre el tronco del cuerpo, generalmente con faldones, sin mangas o con mangas fijas o de recambio; era una prenda básicamente masculina que se acolchaba con plumas de ave, algodón o capas de tejido y se llevaba con calzas.

2.
Prenda de vestir ajustada, con o sin mangas, que cubre el tronco del cuerpo hasta la cintura; es una prenda que forma parte de algunos trajes populares de diversos países y regiones.
"el traje típico de las mujeres de las tierras bajas consiste en un jubón de paño, una saya o falda corta de igual tejido, un pañuelo de percal en la cintura y otro blanco para la cabeza"






                    
  http://www.culturatradicionalgc.org
https://www.efeyl.org

Este jubón en cuestión, recibía la denominación “motilla” por el tejido con el que estaba hecho. Como podréis entender mi ilusión a que hubiera sido hecho en nuestro pueblo se desvaneció rápidamente. No me encajaba, pues que yo supiera, en Motilla no había habido confección de tejidos en la antigüedad, pero seguí con la curiosidad. Y en el libro “Testamentos coloniales chilenos”, pág. 152, encontré la siguiente aclaración:



Y es donde estaba la relación con nuestro pueblo, esos granillos o nudillos son motillas. Al igual que nuestro Calvario, una motilla en mitad del valle del Valdemembra.

sábado, 20 de octubre de 2018

OTRO MOTILLANO DESCONOCIDO

FRAY JUAN DE SANTA TERESA

¿Quién era Fray Juan de Santa Teresa? Quizás no lo lleguemos a saber nunca, pero con  fecha 4 de mayo de 1737, encontramos un documento firmado por Fray Francisco de San Ildefonso, secretario de los Agustinos Recoletos Descalzos de la provincia de Andalucía en el convento de Granada de, donde nos habla de Fray Juan de Santa Teresa, natural de Motilla, obispado de Cuenca.

Fragmento del documento - Archivo General de Indias - Sevilla

No sabemos el nombre de nacimiento de fray Juan, ni quienes eran sus familiares, pero vemos claramente en el documento que era natural de nuestro pueblo. Y además conocemos los siguientes datos biográficos:


Fray Juan cursó filosofía en el convento de la Villa de Luque (Córdoba) ,  también estudio teología tres años en el colegio de Almagro, exponiendo hasta en seis ocasiones en la Universidad de Almagro, con gran lucimiento. En 1705, defendió públicamente Conclusiones Generales  en el Capítulo que se celebró en la villa del Toboso. En 1707, leyó de Oposición a la Cátedra de Filosofía, con tanto lucimiento  que los Prelados le mandaron ejercer la Maestría de Estudiante de Teología en el Colegio de Almagro. Posteriormente pasó a leer Artes en el Convento del Toboso, donde sacó aventajados discípulos.  Regentó, posteriormente,  la Cátedra de Moral, la de Vísperas y finalmente la de prima en Sagrada Teología.

Fray Juan de Santa Teresa, llegó a ser Prior de Granada durante 20 años, con gran edificación de los fieles, por su singular erudición y ardiente celo. En 1724, en el Capítulo general que se celebró en la ciudad de Zaragoza, fue elegido Vicario General de toda Congregación. Por último sobre esas fechas fue nombrado por el Santo Tribunal de la suprema y General Inquisición, con el título de Calificador.



Fuente documental: Archivo General de Indias de Sevilla

martes, 16 de octubre de 2018

TESTIGOS DE NUESTRA HISTORIA

Estos días hemos visto las imágenes, casi incomprensibles por lo duras, de las inundaciones que ha habido en diferentes lugares de la geografía española. Inundaciones que han arrastrado incluso vidas humanas.


Hace poco más de un mes, eran las imágenes de nuestro pueblo, las que aparecían en los informativos de las diferentes cadenas de televisión. Y hace unas semanas, de nuevo las imágenes del Riato cargado de agua, volvieron a llenar las pantallas de  nuestros teléfonos. Por suerte nosotros no tuvimos que lamentar desgracias humanas en estas últimas inundaciones.

Pero no siempre ha sido así. Motilla también ha sufrido en muchas ocasiones  fuertes inundaciones, algunas de ellas provocando tanto pérdidas materiales como humanas.


Durante el fin de semana, al repasar los documentos antiguos que tengo de mi familia, me he encontrado con la prueba. En las imágenes podéis ver los restos de barro que todavía tienen algunos de ellos, como testigos de nuestra historia. 

                           


Supongo que por las fechas de los documentos, hijuelas del siglo XIX y principios del XX, los restos de barro sean de la inundación que se produjo al anochecer del 18 de septiembre 1921. De ella se hicieron eco los periódicos de la época, y Don Antonio, en su primer libro sobre Motilla también la recoge. A causa de la gran avenida de agua murieron 12 o 13 personas, se hundieron numerosas casas, y hubo grandes pérdidas de enseres y animales. Desgracia tan grande hizo que estuviera presente en el Consejo de Ministros del momento, donde el diputado del distrito pidió que se tratara el tema y se ayudara cuanto antes a los damnificados. 

Esta por estar bien documentada y por su gravedad, quizás sea la que más recordaban nuestros mayores, pero no es la más antigua, como recoge D. Antonio en su libro, en 1811, hubo otra de bastante consideración pues murió otro vecino.  En la nota que habla de ella, escrita por Juan Mariano Olier, hace también referencia a otra que tuvo que ser anterior y que se recogía en el libro de la parroquia como “el diluvio de Motilla”.

Así mismo, las ha habido posteriores, yo recuerdo contar a mi madre que una tarde, estando en el campo con su hermano José María, y viendo como se oscurecía el cielo, se vinieron rápidamente al pueblo, pero no pudieron llegar al entrar al mismo, teniendo que refugiarse en la Ermita, junto a otros vecinos.

Todos sabemos y no debemos olvidar, que Motilla está situada entre dos cauces secos, el Valdemembra y el del Riato, y que cuando ambos recogen el agua de las tormentas que se producen más arriba, esta tiene que llegar y atravesar el pueblo.